14/3/11

Tormentas de la vida


Cuando todo parece ir bien es fácil estar entusiasmados y agradecidos, y por dentro nos alegramos de estar haciendo un buen uso de la Ley de la Atracción… si no fuera así, la vida no se vería así de bella!
Sin embargo de pronto empiezan a aparecer nubarrones en el horizonte de los días, el entusiasmo se va viendo afectado, cada vez nos cuesta más sentir gratitud… y si finalmente las tormentas se desatan no logramos entender qué hicimos mal. ¿Nos enfocamos, sin querer, en cosas negativas y por eso las atrajimos? ¿No agradecimos lo suficiente? ¿Dejamos de confiar en el Universo? ¿Dimos todo lo bueno demasiado por sentado?

Estos últimos meses de mi vida han sido muy complejos, el “mal tiempo” ha azotado mi costa y mi estabilidad interior está siendo puesta a prueba.
Como todos ante circunstancias desfavorables, me he preguntado en qué fallé, por qué me pasan estas cosas, por qué ahora, por qué así, y si de alguna manera insospechada malogré mi buena relación con el Universo.

Pero éste no ha dejado que me hunda en esas reflexiones sombrías y culposas, y me ha estado demostrando una y otra vez que es un Universo sabio y amoroso, que puedo confiar en él y entregarme a su conducción.
En mis momentos más tristes me ha rodeado de personas que me quieren de corazón, que me apoyan y contienen.
En mis días más desanimados me llena sutilmente de pequeñas sorpresas, alegrías y halagos. En mis instantes más solitarios me ha hecho llegar ayudas inusitadas, consejos, personas, textos y eventos que me empujan a renovar mis esperanzas de tiempos mejores.

¿Entonces por qué pasan estas etapas oscuras en nuestras vidas? Justo cuando creemos que todo caminaba tan bien!!
Una vez oí la frase “algunos aprenden rápido y por las buenas… y otros aprendemos a golpes” Creo que por esto es que las tormentas llegan a nuestras vidas: ¡Ya era tiempo de aprender! Algún tema teníamos pendiente por afrontar, por madurar, por crecer. El Universo con su mirada superior y más amplia lo sabía y ya no se podía esperar más, debía ser ahora!
A diferencia de otras creencias, el Universo del que yo hablo, en el que yo creo, no es una Fuerza castigadora… jamás!! Por el contrario, es equitativa, sabia, oportuna y nos ama profundamente, y en ese amor que nos tiene desea nuestro mayor bien, nuestro desarrollo, que seamos lo mejor que podamos ser… y con todo derecho entonces nos da empujones o nos hace trastabillar, porque inevitablemente algo quiere que aprendamos.

Ir tomando conciencia de estas ideas en mi cabeza, y en mi corazón, me ha permitido disminuir mi dolor y temor ante los eventos vividos y los por venir. Por supuesto que hay angustias y tristezas que siguen presentes, son naturales y también parte del aprendizaje… pero sentir el respaldo a toda prueba de la Energía Universal me está siendo de gran ayuda!
En muchos aspectos no sé qué traerá el futuro para mí, mis visualizaciones las estoy enfocando más que nada a las emociones de equilibrio, entusiasmo, alegría, esperanza, energía, pertenencia, seguridad, motivación y realización que tanto anhelo tener o recobrar, más que a eventos puntuales que pueda imaginar. Los detalles, al menos por esta vez, los estoy dejando en manos de esta Sabiduría Superior que me ama y me guía, simplemente confiada en que cosas buenas van a venir, y las recibiré estrenando todas las muchas cosas que estos tiempos lúgubres me están empujando a aprender.

¡Gracias Universo por las crisis!, aunque suene extraño. Confío en que todo esto tiene una gran razón de ser.
Gracias a todos los que me están apoyando con sus brazos para contenerme, sus oídos para atender a mis dudas, sus gargantas sabias para aconsejarme y sus risas para contagiarme.
Gracias por los semáforos en verde cuando estaba tan apurada, por las bonitas palabras del panadero, por la fluidez con que se resolvieron esos trámites, por las alegres “coincidencias” y por la belleza silenciosa de este atardecer.
El tiempo también me dará su mano para ir sanando y superando los baches, y luego espero recordar esta etapa de mi vida con orgullo por haberme levantado y crecido a pesar de todo… y gracias a tantos.

“Todo está bien “… suena contradictorio decirlo en este momento, pero en el fondo es absolutamente cierto:¡Todo está bien!
Angela.-