3/2/09

La Emoción de la Gratitud


Hasta hace unos meses vivía constantemente en alerta, con la adrenalina elevada, intentando siempre estar lista para enfrentar el siguiente paso, el siguiente suceso que llegaría a mi vida.
A veces me pasaban cosas buenas, entonces yo decía: “ok, salió bien”, y lo dejaba ir … no había tiempo para saborearlo, debía estar preparada por si ahora algo salía mal. Veía a otros regocijarse de los momentos vividos, como hace mi “Marinovio”, pero no podía entender qué sentían. Mi vida me parecía el recorrer un camino con grandes tramos en mal estado.
Luego vino mi proceso de sanar, del que hablé hace unos días, y fui conociendo nuevas formas de mirar la vida, los sucesos, las erróneamente llamadas “coincidencias”, y el hecho de que uno es dueño y creador de lo que está por venir… y empecé a experimentar sensaciones y emociones que desconocía.
De todas esas nuevas fuerzas emocionales que ahora estoy dejando entrar en mi vida, la más potente, la que más me sobrecoge, es la Emoción de la Gratitud.
Para mí es una sensación tibia, que emborracha, que me inunda en un instante, que me ilumina y me eleva.
La situación que la desencadena puede ser tan simple como ir caminando por la calle luego de comprar pan calientito, el maullido de mi gata, estar recorriendo por primera vez un camino, el abrazo de mi pareja, al lavar la loza luego de un almuerzo común y corriente, al ver una señora que pasea un cachorro, un abuelo que juega a la pelota con unos adolescentes en la plaza, una carcajada de mi hermana, etc.
La Emoción que acompaña esta Gratitud sincera, llena mi cabeza de frases que me muestran lo maravilloso y sublime de los pequeños detalles que me rodean. El pan huele delicioso, la chica del mesón me atendió con gentileza y una gran sonrisa, los árboles me dan sombra mientras camino en este día caluroso. El valle desde aquí se ve hermoso, no me imaginaba lo amplio que era, la brisa tibia desordena un mechón de mi pelo, hay una loica con su pecho rojo parada en esa cerca, y me ha concedido el honor de verla. Estoy vestida con una polera linda y cómoda, la tengo hace años y me encanta, las salchichas y el brócoli que almorcé hoy estaban exquisitos, cada bocado era un manjar y mi cuerpo ha obtenido los nutrientes que necesitaba, la tarde está silenciosa y tranquila. El cachorro tenía unos bigototes gruesos y desordenados, me recordó a una perra que tuve de niña y que quise muchísimo. El anciano pateaba la pelota entusiasmado, los jóvenes le sonreían y lo alentaban, la vejez puede ser una época espléndida, sé que la mía lo será… y así… el pecho se me hincha, todo me parece maravilloso, estoy tan agradecida!!, y me reincorporo a la vida bañada de una certeza simple y eterna: TODO ESTÁ BIEN.
Que no se malentienda lo que he dicho, mi vida no es un cuento de hadas estilo Disney ni nada parecido. Tengo temas no resueltos, quehaceres, responsabilidades, deudas y tensiones, como todos…pero en ese instante intenso de Gratitud, mi “Pepe Grillo” interior me recuerda que más allá de las zonas oscuras de mi existencia, todo está bien, todo pasa por algo, todo va hacia alguna parte, avanza y crece, todo me aporta, me enseña y me entrega momentos de felicidad, y más aún cuando estoy dispuesta a notarlos, a disfrutarlos y a agradecerlos.
Lentamente va disminuyendo en mí esa actitud desagradable de alerta permanente, estoy empezando a sentir con claridad que me “deslizo” por mis días, en vez de avanzar lento y cayendo de bache en bache como me parecía antes.
Gracias vida por haberme llevado por los caminos que he transitado, y que me condujeron al punto donde estoy ahora. Lo bueno y lo “no tan bueno” sucedieron por algo, hoy puedo empezar a entenderlo (no hablo de cosas “malas” porque creo que nada lo es en un 100%, y aunque así lo pareciera, es uno mismo quien lo atrajo a su experiencia).
Gracias por esta capacidad nueva que tengo, y que va en aumento, que me permite experimentar la grandeza de la Gratitud. Gracias a todos los que me rodean que también conocen la Gratitud, ya que son mi inspiración permanente.
Pepe Grillo interior, no dejes de recordarme que en mi mundo Todo está Bien; a veces pierdo la ruta y necesito de ti… gracias por guiarme.

1 comentario:

  1. Hola Angela, recién me meto por aquí y... sí, el cambio ha sido grande, aunque no te conocía lo suficiente, pero, veo que estás totalmente embalada con los cambios positivos y te felicito, me gusta mucho tu actitud tan "en buena" y tu sentimiento de compartir con el resto las cosas buenas.
    Ya. De un tirón.
    Trataré, teniendo unos minutos libre, de leerte más.

    Un abrazo y buenas vibras para ti.
    No te pierdas.............

    Amanda

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